El folclore de Castillo de Bayuela
4. LA CREENCIA
1.1. PALEOLÍTICO
En Castillo de Bayuela hemos encontrado muchas muestras de la
existencia del hombre paleolítico. Han ido apareciendo diversos útiles tallados
en piedra (Cantos trabajados a una y a dos caras, triedros, bifaces, etc). Pero
no se ha encontrado ningún vestigio religioso del período paleolítico.
1.2. EL NEOLÍTICO EN CB.
De la época
neolítica han aparecido varias hachas
pulimentadas en torno a dos lugares: la parte montañosa y el llano. De esta época
tampoco podemos aportar ningún conocimiento de su vida religiosa por falta de
datos.
1.3. EDAD DEL BRONCE. NECRÓPOLIS DEL CERRO CALAMOCHO (mal llamado "cerro del Obispo")
En el tercer Milenio
antes de Cristo aparece en la Península la economía de los metales: Primero el
cobre y luego el bronce y el hierro.
LA NECRÓPOLIS DEL CERRO CALAMOCHO
En la excavación
llevada a cabo durante los años 1983-84 en el cerro Calamocho (y no en el Cerro
del Obispo, que está más abajo) se
encontraron varios enterramientos en vasijas (pithoi). Aparecen acompañando a los cadáveres un conjunto de
elementos:
a) Elementos pertenecientes al difunto en vida: Cuchillos de
sílex, hachas de piedra pulimentada, molinos barquiformes, brazales de arquero,
ídolos con cuernos, fusayolas, crisoles, vasos, cazuelas, leznas...
b) Elementos pertenecientes al ajuar funerario y que
poseerían un carácter ritual: Cazuelas, vasos y cuencos rituales de menor
tamaño
c) Elementos pertenecientes a las ofrendas funerarias
destinadas al sustento del difunto en su nueva vida: cuartos de cápridos,
óvidos y bóvidos, que se localizan entre las vasijas que contienen los restos y
la cista formada por bloques de granito.
Dos elementos
destacaríamos de este ajuar: La imagen
de un ídolo con cuernos, posiblemente una de las divinidades, a las que
ofrecían culto. Y el acompañamiento de animales, que servirían de alimento al
difunto en su nueva vida.
1.4. EDAD DE HIERRO: EL PUEBLO VETTÓN
El pueblo vetón habitó en una amplia zona que abarca toda la provincia
de Ávila, parte de Salamanca, de Toledo, Cáceres y parte de Portugal. La opinión más común, sobre todo, después de
las investigaciones realizadas en la provincia de Ávila, es establecer una
cronología entre los siglos IV y II antes de Cristo.
Castillo de Bayuela conserva
numerosas muestras de la cultura vetona: magníficos toros de piedra, castro,
necrópolis, altar de piedra al aire libre, cazoletas y abundantes petroglifos
sobre muchas de las piedras de los cerros. Todas ellas son testimonios de
religiosidad de un pueblo autóctono que habitó en nuestra tierra.
A) LOS TOROS DE PIEDRA
El culto al toro va
unido a la cultura de los verracos: Esculturas realizadas en piedra de granito
de muy diferente tamaño: Desde unos tres metros los más grandes, hasta 30 cms.
los más pequeños.
¿Qué significado
tienen estas esculturas zoomórficas? A lo largo de la historia se han ido
elaborando diversas hipótesis. Pero, según los últimos estudios, parecen tomar
consistencia dos opiniones. Una: serían monumentos funerarios. Así parecen
confirmarlo los hallazgos de verracos dentro del recinto de las necrópolis.
Este sentido funerario parece corroborarse con las inscripciones funerarias que
algunos llevan grabadas en sus costillas. Así parece confirmarlo el hallazgo
más interesante en Martiherrero (Avila), donde se han encontrado cuatro
verracos junto a cuatro sepulturas, en una de las cuales se han aparecido
huesos calcinados. Si esto es así, los
toros (verracos) serían para los vetones lo que para los cristianos es la
imagen de Jesucristo o de la Virgen sobre las sepulturas de sus difuntos.
Otra versión,
también religiosa, pero distinta, sería la de los que opinan que los verracos
podrían ser considerados como imágenes votivas, manifestaciones de un culto
zoolátrico, en el que los animales, considerados como sagrados, eran adorados
como dioses tutelares.
Si tenemos en cuenta los lugares donde han aparecido las
figuras zoomórficas de CB., podría aportarse como hipótesis lo siguiente:
Los dos toros (el
grande y el mediano) aparecieron, ya desde el siglo XVI junto a los lugares de
encerramiento de ganados, como homenaje permanente a dioses protectores de sus
animales.
La tercera figura zoomórfica, la que actualmente
está colocada en medio de los dos toros en una plaza de Castillo de Bayuela, se
encontró en una pared en el sitio llamado La Magdalena, donde algunos
arqueólogos sitúan una necrópolis. Y una cuarta figura zoomórfica que se
encuentra todavía formando parte de una pared en el mismo sitio de La
Magdalena. Estas esculturas podrían tener un carácter religioso funerario. Consta
que en este mismo lugar han aparecido sepulturas.
Resumiendo: los toros grandes
serían como una ofrenda permanente a los dioses protectores de animales y por
eso los colocaban cerca del lugar donde encerraban sus ganados; los pequeños,
en cambio, eran más bien elementos funerarios, que colocaban en sepulturas.
Quizás esta teoría explique por qué los dos toros grandes están a la entrada de
La Cerca (o lugar del castro vetón) y los dos toros más pequeños aparecen en
una pared, en el sitio donde Rodríguez Almeida localiza una necrópolis.
B) ALTAR VETÓN
Los lugares de culto eran al
aire libre, normalmente rocas con cazoletas, destacando la del castro de Ulaca
(Ávila), una gran plataforma rocosa con unos huecos o “cazoletas”, posiblemente
lugares de culto donde se realizarían sacrificios de sangre.
También en el cerro Castillo se
ha localizado un altar vetón en una piedra que tiene una hendidura rectangular
de unos 50 cm
de largo por 30 de ancho y 20 de profundidad, que se comunica con dos cazoletas
situadas a ambos lados por medio de dos canaletas. Está situada en la cumbre del cerro Castillo, muy
cerca de la muralla, en la parte oriental, al mismo nivel de la superficie. La cercanía del lugar donde estuvieron los
toros de piedra hace más interesante su hallazgo por tratarse de un altar de
sacrificios de los vetones, situado dentro del recinto del castro. Los vetones
celebraban sus cultos al aire libre. De la diversas modalidades de culto a sus
dioses, una de ellas era la práctica de culto realizado a cielo abierto, usando
las piedras como altar.
C) DOS ESTELAS CON CAZOLETAS Y CANALETAS
En el cerro Castillo se encuentran dos estelas con unas
canaletas que desembocan en pequeños cazoletas. Probablemente pertenecen al
pueblo vetón y tienen, sin duda, un destino ritual y sagrado.
D) PETROGLIFOS
Además, en multitud de piedras se encuentran diminutas
cazoletas pertenecientes, todas ellas, a la cultura vetona. Estas cazoletas se
pueden observar también en otros cerros (por ejemplo en una de las piedras de
la cumbre del cerro Calamocho).
Podría afirmarse la existencia fuera del castro vetón de
pequeños altares para ofrecer pequeños actos de culto (unas florecillas, etc) a
sus divinidades paganas.
Vicente Cerrillo

Buenas tardes.
ResponderEliminarInteresante lo de que el Cerro del Obispo, que no se llama así, sino que es el Calamocho. Entonces el del Obispo ¿es donde están los Llanillos y el Huerto del Obispo? ¿Tendría a mano información cartográfica con la denomincacióm y la altitud de cada cerro? Porque los que publicaron los trabajos en las excavaciones, Mª Luisa Menéndez, J.I Gil Pulido y los dos Reyes Téllez definen muy bien el sitio, la terraza al sur y al pie del Cerro del Obispo. de 735m. según ellos, aunque en el cartográfico militar le dan una altura de 775m. También Ángel Deza Agüero y César Pacheco le reconocen como el Cerro del Obispo. En cambio David Pulido, dice claramente que la estela antropomorfa se encontró en el Cerro del Obispo de 700m (tampoco coincide la altitud donde estaba la estela con la que da el mapa del cartofráfico del Ejército, que es de 620-630m). Como se ve hay diferencias muy llamativas. Quizá sería determinante echar una mirada a los documentos del pasado a ver que dicen a esto, y seguro que los vecinos más veteranos lo saben.