viernes, 16 de septiembre de 2016

El folclore de Castillo de Bayuela 

4. LA CREENCIA

 1.RELIGIONES PRE-CRISTIANAS

1.1. PALEOLÍTICO
  En Castillo de Bayuela  hemos encontrado muchas muestras de la existencia del hombre paleolítico. Han ido apareciendo diversos útiles tallados en piedra (Cantos trabajados a una y a dos caras, triedros, bifaces, etc). Pero no se ha encontrado ningún vestigio religioso del período paleolítico.

1.2. EL NEOLÍTICO EN CB.
  De la época neolítica han aparecido varias  hachas pulimentadas en torno a dos lugares: la parte montañosa y el llano. De esta época tampoco podemos aportar ningún conocimiento de su vida religiosa por falta de datos.

1.3. EDAD DEL BRONCE. NECRÓPOLIS DEL CERRO CALAMOCHO (mal llamado "cerro del Obispo")
  En el tercer Milenio antes de Cristo aparece en la Península la economía de los metales: Primero el cobre y luego el bronce y el hierro.
LA NECRÓPOLIS DEL CERRO CALAMOCHO           
  En la excavación llevada a cabo durante los años 1983-84 en el cerro Calamocho (y no en el Cerro del Obispo, que está más abajo)  se encontraron varios enterramientos en vasijas (pithoi). Aparecen acompañando a los cadáveres un conjunto de elementos:
a) Elementos pertenecientes al difunto en vida: Cuchillos de sílex, hachas de piedra pulimentada, molinos barquiformes, brazales de arquero, ídolos con cuernos, fusayolas, crisoles, vasos, cazuelas, leznas...
b) Elementos pertenecientes al ajuar funerario y que poseerían un carácter ritual: Cazuelas, vasos y cuencos rituales de menor tamaño
c) Elementos pertenecientes a las ofrendas funerarias destinadas al sustento del difunto en su nueva vida: cuartos de cápridos, óvidos y bóvidos, que se localizan entre las vasijas que contienen los restos y la cista formada por bloques de granito.
   Dos elementos destacaríamos de este ajuar: La  imagen de un ídolo con cuernos, posiblemente una de las divinidades, a las que ofrecían culto. Y el acompañamiento de animales, que servirían de alimento al difunto en su nueva vida.
  
1.4. EDAD DE HIERRO: EL PUEBLO VETTÓN
  El pueblo vetón habitó en una amplia zona que abarca toda la provincia de Ávila, parte de Salamanca, de Toledo, Cáceres y parte de Portugal.  La opinión más común, sobre todo, después de las investigaciones realizadas en la provincia de Ávila, es establecer una cronología entre los siglos IV y II antes de Cristo.
Castillo de Bayuela conserva numerosas muestras de la cultura vetona: magníficos toros de piedra, castro, necrópolis, altar de piedra al aire libre, cazoletas y abundantes petroglifos sobre muchas de las piedras de los cerros. Todas ellas son testimonios de religiosidad de un pueblo autóctono que habitó en nuestra tierra.

A) LOS TOROS DE PIEDRA

  El culto al toro va unido a la cultura de los verracos: Esculturas realizadas en piedra de granito de muy diferente tamaño: Desde unos tres metros los más grandes, hasta 30 cms. los más pequeños.
  ¿Qué significado tienen estas esculturas zoomórficas? A lo largo de la historia se han ido elaborando diversas hipótesis. Pero, según los últimos estudios, parecen tomar consistencia dos opiniones. Una: serían monumentos funerarios. Así parecen confirmarlo los hallazgos de verracos dentro del recinto de las necrópolis. Este sentido funerario parece corroborarse con las inscripciones funerarias que algunos llevan grabadas en sus costillas. Así parece confirmarlo el hallazgo más interesante en Martiherrero (Avila), donde se han encontrado cuatro verracos junto a cuatro sepulturas, en una de las cuales se han aparecido huesos calcinados.   Si esto es así, los toros (verracos) serían para los vetones lo que para los cristianos es la imagen de Jesucristo o de la Virgen sobre las sepulturas de sus difuntos.
  Otra versión, también religiosa, pero distinta, sería la de los que opinan que los verracos podrían ser considerados como imágenes votivas, manifestaciones de un culto zoolátrico, en el que los animales, considerados como sagrados, eran adorados como dioses tutelares.
Si tenemos en cuenta los lugares donde han aparecido las figuras zoomórficas de CB., podría aportarse como hipótesis lo siguiente:
  Los dos toros (el grande y el mediano) aparecieron, ya desde el siglo XVI junto a los lugares de encerramiento de ganados, como homenaje permanente a dioses protectores de sus animales.
  La  tercera figura zoomórfica, la que actualmente está colocada en medio de los dos toros en una plaza de Castillo de Bayuela, se encontró en una pared en el sitio llamado La Magdalena, donde algunos arqueólogos sitúan una necrópolis. Y una cuarta figura zoomórfica que se encuentra todavía formando parte de una pared en el mismo sitio de La Magdalena. Estas esculturas podrían tener un carácter religioso funerario. Consta que en este mismo lugar han aparecido sepulturas.
Resumiendo: los toros grandes serían como una ofrenda permanente a los dioses protectores de animales y por eso los colocaban cerca del lugar donde encerraban sus ganados; los pequeños, en cambio, eran más bien elementos funerarios, que colocaban en sepulturas. Quizás esta teoría explique por qué los dos toros grandes están a la entrada de La Cerca (o lugar del castro vetón) y los dos toros más pequeños aparecen en una pared, en el sitio donde Rodríguez Almeida localiza una necrópolis.

B) ALTAR VETÓN

Los lugares de culto eran al aire libre, normalmente rocas con cazoletas, destacando la del castro de Ulaca (Ávila), una gran plataforma rocosa con unos huecos o “cazoletas”, posiblemente lugares de culto donde se realizarían sacrificios de sangre.
También en el cerro Castillo se ha localizado un altar vetón en una piedra que tiene una hendidura rectangular de unos 50 cm de largo por 30 de ancho y 20 de profundidad, que se comunica con dos cazoletas situadas a ambos lados por medio de dos canaletas. Está  situada en la cumbre del cerro Castillo, muy cerca de la muralla, en la parte oriental, al mismo nivel de la superficie.  La cercanía del lugar donde estuvieron los toros de piedra hace más interesante su hallazgo por tratarse de un altar de sacrificios de los vetones, situado dentro del recinto del castro. Los vetones celebraban sus cultos al aire libre. De la diversas modalidades de culto a sus dioses, una de ellas era la práctica de culto realizado a cielo abierto, usando las piedras como altar.

C) DOS ESTELAS CON CAZOLETAS Y CANALETAS
En el cerro Castillo se encuentran dos estelas con unas canaletas que desembocan en pequeños cazoletas. Probablemente pertenecen al pueblo vetón y tienen, sin duda, un destino ritual y sagrado.

D) PETROGLIFOS
Además, en multitud de piedras se encuentran diminutas cazoletas pertenecientes, todas ellas, a la cultura vetona. Estas cazoletas se pueden observar también en otros cerros (por ejemplo en una de las piedras de la cumbre del cerro Calamocho). 


Podría afirmarse la existencia fuera del castro vetón de pequeños altares para ofrecer pequeños actos de culto (unas florecillas, etc) a sus divinidades paganas.
Vicente Cerrillo

1 comentario:

  1. Buenas tardes.

    Interesante lo de que el Cerro del Obispo, que no se llama así, sino que es el Calamocho. Entonces el del Obispo ¿es donde están los Llanillos y el Huerto del Obispo? ¿Tendría a mano información cartográfica con la denomincacióm y la altitud de cada cerro? Porque los que publicaron los trabajos en las excavaciones, Mª Luisa Menéndez, J.I Gil Pulido y los dos Reyes Téllez definen muy bien el sitio, la terraza al sur y al pie del Cerro del Obispo. de 735m. según ellos, aunque en el cartográfico militar le dan una altura de 775m. También Ángel Deza Agüero y César Pacheco le reconocen como el Cerro del Obispo. En cambio David Pulido, dice claramente que la estela antropomorfa se encontró en el Cerro del Obispo de 700m (tampoco coincide la altitud donde estaba la estela con la que da el mapa del cartofráfico del Ejército, que es de 620-630m). Como se ve hay diferencias muy llamativas. Quizá sería determinante echar una mirada a los documentos del pasado a ver que dicen a esto, y seguro que los vecinos más veteranos lo saben.

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